lunes, 25 de agosto de 2008

efecto invernadero



Efecto invernadero
La temperatura del aire en la superficie terrestre resulta del balance entre la energía que llega al planeta a través de la radiación solar, y aquella que se pierde por enfriamiento, principalmente mediante radiación infrarroja (ver Figura 3-1).
El sol es la única fuente externa de calor de la Tierra. Cuando su superficie es alcanzada por la radiación solar, en forma de luz visible, una parte de ella es absorbida por la atmósfera y reflejada por las nubes, desiertos y nieves. La radiación remanente es absorbida por la superficie terrestre, calentándose y entibiando la atmósfera, generándose a su vez, la emisión de radiación infrarroja invisible. Debido a que la atmósfera es relativamente transparente a la radiación solar, pequeñas cantidades de gases presentes en ella - conocidos como gases de efecto invernadero, GEI - absorben dicha radiación infrarroja, actuando como una sábana que previene el escape de la radiación hacia el espacio, calentando la superficie de nuestra Tierra al disminuir la emisión de radiación enfriante. Este es el llamado efecto invernadero, el cual ha operado en la atmósfera de la Tierra por billones de años, debido a la presencia de los GEI naturales: el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2) , el metano, (CH4), el óxido nitroso (NO2) y el ozono (O3) – Si no existiesen estos gases, la temperatura promedio de la Tierra sería 30oC más baja que en la actualidad, haciéndola inhabitable.

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